domingo, 1 de febrero de 2009

El Principio de todo, parte I

Diciembre.
Creo que mi problema, mi gran problema, es que los hombres buenos me aburren. Y los buenos trabajólicos, peor. ¿Se acuerda de mi primer marido? Qué hombre más aburrido, trabajando todo el día, estudiando el famoso MBA. Claro que gracias a él tengo el auto y el departamento. Y aunque yo ya andaba con Juan Antonio, igual me dolió saber que él tenía otra. Es decir, yo no lo quería ni tampoco me tocaba hace como dos meses, ¿Se acuerda cuando venía toda complicada si dejarlo o no? Pero jamás pensé que iba a andar con esa fea del trabajo, aunque igual lo entiendo porque son tal para cual. Claro que la tontona tenía la pura cara de tonta, porque era súper caliente, ¿Se acuerda que los pillé gracias a un dato de la María Ester, mi amiga que era secretaria de mi ex? Igual ya no la veo tanto, pero por ese dato siempre le hago buenos regalos.

Igual con Francisco, mi segundo marido por si se le olvidó, me casé enamorada. O como yo entiendo al amor, supongo. Además que Juan Antonio se había ido en esos viajes eternos y se anduvo medio enamorando de una china fea (qué mujeres más horrorosas, ¿no encuentra?) y supuse que se quedaría por esas tierras. Y usted sabe, la soledad nunca ha sido una buena compañera. Nunca nunca, fíjese. Desde que comencé a pololear, jamás estuve sola. Siempre tenía a alguien a mi lado, y el que yo quería. Igual que ahora, supongo.

La cosa es que Francisco es más bueno que el pelotudo de mi primer marido. Si hasta se le nota que me ama. Debe ser que llevamos apenas y año y medio de casados, y además quiere tener hijos. Yo le dije que sí, por supuesto, pero me tomo las pastillas escondidas. ¿Cómo se le ocurre que voy a tener hijos? No quiero. No tendría la libertad que tengo hoy en día, ya no podría salir donde yo quisiera, me pondría gorda, con las pechugas gigantes… no gracias. Todavía no.

En fin, ¿Dónde iba? Ah, Francisco. Bueno como el pan. Me cambió el auto por ese jeep espectacular que le conté hace tiempo, ¿Se acuerda? Hasta escogí el color (un plateado espectacular). La lata es que tuve que esperar un mes a que llegara, y en ese tiempo anduve en su auto. Tenía que ir a dejar a Francisco temprano en la mañana al trabajo, pero aproveché para inscribirme en clases de yoga a primera hora. Y como me aburro en el departamento el resto del día, no me voy a poner a chatear como adolescente, ¿no cree?, en el mismo lugar donde hacen yoga vi un anuncio de clases de bonsái. Un poco caro e inútil, pero me puse cariñosa con Francisco y me inscribí.

Mire, si las estrellas cuando quieren que las cosas sean de una manera, no hay como torcer el destino. Estoy segura de eso. Porque no sabe con quien me encontré en ese instituto chino o japonés, da lo mismo: Juan Antonio Soriano Camino. Y haciendo clases el perla, de un tipo de kárate milenario, o algo por el estilo.

El reencuentro fue igual que en las películas: me estaba comprando un té de jazmín en la cafetería, cuando siento una mano en mi cintura. Y no me va a creer, pero supe de inmediato que era él. Claro que está mucho más buenmozo, si se parece más que nunca al vocalista de INXS, el que se murió. Mire: es alto, delgado pero musculoso, la diferencia es que el pelo lo tiene liso en vez de con rulos, y rubio eso sí, pero esa cosa sexy que tenía ese vocalista, que me encantaba cuando yo estaba en el colegio, es casi igual. Como que toda su persona exuda sensualidad.

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