lunes, 11 de julio de 2011

Sin pan ni pedazo, final.

Obvio que Juan Antonio le creyó todo, pero todo a la mapuchita. Estoy tranquila eso sí porque yo fui la que terminé con él, y no al revés. Cuando comenzó con las preguntas (¿Esa vez que no pudiste venir fue porque estabas con el músico ese? ¿Por eso tenía que avisarte cada vez que te iba a visitar al hostel, para que no te pillara?) le dije que si le iba a creer a la ex de Javier -le conté lo despechada que está- en vez de a mi, que nos conocemos hace tantos años, entonces la cosa llegaba hasta aquí nomás.

Es un agrado estar sola, trabajo mucho mejor, más tranquila y sin interrupciones. El hostel está quedando maravilloso, mi loft/oficina es pura elegancia, todo mi estilo. A principios de agosto me vendré a vivir acá, además que comenzaré a entrevistar a mis futuros empleados, organizar la fiesta de inauguración... mucho por hacer y cero tiempo para los hombres.

Lo que sí hice fue encarar a la mapuchita. Le dejé bien en claro que me hizo un gran favor, que yo fui la que terminé con Juan Antonio y, aparte de regia, ahora seré millonaria. Y que por supuesto tiene prohibidísimo entrar al hostel.

Mi vida está mejor que nunca, ¿que más puedo pedir?