lunes, 9 de agosto de 2010

Qué hacer.

- Te juro que no te puedo creer que fueras a su casa a buscarlo. Si no te respondía los mensajes, por algo era.
- Es que Lena, te juro que somos como almas gemelas, por eso no pensé eso de él.
- ¿Cómo vas a ser alma gemela de un músico?
- Es que tenemos familias parecidas, con la diferencia que él fue la oveja negra y yo seguí al pie de la letra lo que mis papás querían para mí.
- Entonces es ilógico que tu alma gemela sea la oveja negra. Nosotras somos convencionales, seguimos las tradiciones.
- Es verdad, Lena. Pero no puedes negar que casarse con hombres así es harto aburrido.
- Me parece que Francisco lo pasa bastante bien. Se hace el tonto nomás.
- Ni me lo recuerdes. De seguro anda ahora con la promotora esa en las Termas de Chillán.
- Te desconozco amiga mía. Si cuando lo pillaste con la rota esa teñida te separaste, ¿por qué lo aguantas ahora?
- La Alison me convenció, con la excusa que así nosotras también podríamos andar tranquilas.
- ¿Tanto te gusta Javier que estás dispuesta a hacerte la tonta con la infidelidad de Francisco?
- Me gusta harto, la verdad. Es que lo pasamos tan bien en el sur. Déjame contarte: apenas terminaba de ensayar o tocar, estaba conmigo. Conversamos mucho, de la vida, de lo que nos gustaba, de la forma que fuimos criados...
- ¿Y qué diferencia tiene con Juan Antonio?
- ¿Por qué me preguntas de él? Te estoy hablando de Javier.
- Porque siempre dijiste que Juan Antonio era el amor de tu vida.
- Era, porque se casó con la china fea, ¿Te acuerdas de ese detalle?
- ¿Me estás diciendo que si estuviera soltero sí sería el amor de tu vida?
- No lo sé, Lena. No quiero hablar de él, te estoy contando de Javier y de lo raro que se puso hoy, que no me contestó los mensajes y que de seguro pasó la noche con la mapuchita.
- Más claro echarle agua: se quería puro acostar contigo. O como diría la Alison: estaba caliente contigo y se sacó las ganas.
- ¡Lena! No hables así.
- Es para que no te quede ninguna duda al respecto de tu Javier.
- No creo.
- ¿Entonces porqué se acostó con la mapuchita y no te contestó los mensajes?
- Probablemente porque está confundido con sus sentimientos.
- Los hombres no son como nosotras. Y fíjate que lo encuentro hasta cuerdo, porque como sabes que estás casada, no se hace ilusiones contigo. Aparte que al ir para el sur te entregaste fácilmente a él.
- No creas, si igual me tuvo que buscar.
- Bueno, ya que Juan Antonio no es más el amor de tu vida, que no te importa que tu marido ande con una promotora, que Javier es tu alma gemela según tú, ¿Qué haras ahora?
- No lo sé, Lena.

3 comentarios:

El autor dijo...

le recomendaria que fuera a un psicologo, pero no creo en los psicologos.

celeste dijo...

Esta mina es tonta,no quiere que la amen, solo le interesa que la adoren.

Insisto... dijo...

Puro webeando...se parece arto a mi amiga de incosecuente :D