De vuelta en Santiago me dediqué a trabajar. Según el constructor y su experiencia, en alrededor de unos 8 meses podría inaugurar el hostel. Casi me morí cuando lo escuché, pero Mariano me tranquilizó: que mejor que las Fiestas Patrias para recibir un montón de gringos deseosos de vivir la “chilenidad”.
El problema que tuve que resolver fueron los muebles para mi oficina que había encargado y que llegaron antes de lo esperado. Soporté en silencio los retos de Mariano, que para qué cresta me había adelantado tanto, que era la primera y última compra compulsiva que me aguantaba. Tuve que pagar una pequeña bodega para guardarlos. Sin embargo, mientras recorría la casa (usando la imaginación porque está destruida) buscando el mejor lugar para instalar mi oficina, me di cuenta que en el primer piso existe un lugar que puedo acomodar como mi casa. Sí, creo que lo mejor será que viva en el hostel.
Se lo comenté a Mariano el día de los enamorados. Como su “marido” estaba en el norte por trabajo, y Javier tocando en el sur, decidimos arreglarnos y salir en la noche a comer algo rico.
- Hace casi un mes que no ves a Javier. ¿No lo extrañas?
- Es que después de lo que pasó para su cumpleaños, estoy un poco escéptica de la relación que tengo con él.
- Deberías decir celosa, no escéptica.
- Jamás estaré celosa de la mapuchita.
- Es verdad; esa bicht no te llega ni a los talones. Ahora, en honor al día que hoy se celebra, cuéntame de tus planes con tu vida y el hostel, que me tienes intrigado. ¿Un nuevo affaire en el horizonte? ¿Ya planeas serle infiel al amor de tu vida?
- Javier no es el amor de mi vida. Y no, no se trata de hombres lo que te quiero comentar. Necesito que mi oficina también la diseñemos como mi casa. Un pequeñísimo loft, por así decirlo.
- ¿Vas a vivir en el hostel? ¿Y cuál es la razón de dejar al bombón de Javier?
- Porque ese fue mi plan desde el principio: ser millonaria para no tener que soportar a nadie y hacer lo que yo quiera.
- Entiendo entonces que no amas a Javier. Explícame ahora el porqué te fuiste a vivir con él.
- Porque no me quedaba otra. Tendría que haber vuelto a vivir con mis papás, y la plata de los dos arriendos no me alcanza. Y estoy aburrida de hacer lo que Javier quiere. Recuerda que hasta tuve que trabajar para darle en el gusto.
- El pobre bombón no es perfecto, claro que tiene uno de los peores defectos: tacañería. Mejor hagamos un brindis por los amores de nuestra vida, ¡salud!
Lo bueno es que Mariano me dejó libertad absoluta para decorar mi pequeño loft/oficina. También le di instrucciones al constructor para que le diera prioridad a ese lugar del hostel.
Javier llegó de sorpresa el martes 15, con un ramo de rosas rojas y una cajita con forma de corazón, donde venía un colgante de oro, con un corazón pequeñito. Se quedó hasta el jueves en la mañana. Me acompañó a ver los avances de la casa, a una feria de antigüedades, a Independencia, me cocinó rico… más me parecía un hombre culpable que enamorado.
Me tomé el viernes en la tarde. Necesitaba pensar. Subí a la terraza con la botella de vodka y un cooler con agua tónica helada, apagué el teléfono y me puse a anotar en excel los pro y los contra del giro que le quiero dar a mi vida.
VIVIR SOLA:
Puedo hacer lo que me dé la gana
No tengo que soportar la sombra de la mapuchita
Puedo contactar a Juan Antonio libremente
VIVIR CON JAVIER:
Por más que lo pensé, no hubo caso. No fui capaz de anotar nada en la columna de Javier.
Sin embargo, el dejarlo para irme a vivir en el hostel no era el mayor problema. El constructor me dijo que en tres semanas me podía tener “medianamente habitable” mi loft/oficina (“Pero lleno de maestros”, me recordó Mariano). Lo que me complicaba era que me separarían apenas tres cuadras de Javier. No soportaría verlo pasear de la mano con la mapuchita y su mirada de triunfo. Aunque, ¿qué me importa lo que hagan ellos, sin mi finalidad es ser millonaria y libre?
Abrí el papel donde tenía impreso el correo de Juan Antonio. Lo leía por lo menos una vez al día, sobre todo la parte me gustaría mucho verte para ponernos al día en nuestras vidas.
Dudaba el ponerme en contacto con él. Todas mis energías están puestas en mi plan de vida, en ser millonaria, en ser libre, en no depender de nadie, y Juan Antonio con su matrimonio con la china fea sólo podía entorpecer mis planes.
Guardé el correo en mi bolsillo, me tomé el último vodka tónica, y partí al hostel a decirle al constructor que el día 20 de marzo (a un mes de mi cumpleaños) me iría a vivir allá.
2 comentarios:
Me puse al día con los otros post,para no perder el hilo "conductor" :D
Yo la envidio...después que la tratábamos de mantenida y cuica tonta,ahora resulta que gracias a unos pesos ,tiene mas neuronas que tantas que nos tiene de herencia una camioneta año de la pera y no me sirve ni pa' la patente comercial :D
saludos chuchetisssss y a tu beia hija.
Pta, la mina tonta...
Puede ser millonaria, empresaria y más encima tener a su lado a un hombre que la ama a pesar de lo pesada y cuica que es...
!!Hay que ver!!
Publicar un comentario