La semana pasada fue muy estresante. Todo comenzó con la cena con Javier. No estaba segura si decirle que sí, porque estaba esperando la respuesta del abogado de Francisco. Necesitaba estar 100% segura que el departamento lo pondría a mi nombre, porque con el dinero de los tres arriendos sí valía la pena vivir en el loft: estando adentro o en la terraza, ni se nota la comuna. El problema es el barrio y las distancias, pero creo que son cosas que podré soportar. Me puse a sacar cuentas y ahorrando el dinero del arriendo del departamento más grande, en dos años me puedo comprar otra propiedad más. Entonces sí seré libre de vivir donde y con quien quiera.
Me pasé toda la cena siendo amorosa con Javier y respondiéndole con evasivas. Como que disfrutaba mi forma misteriosa de contestarle. De todas maneras se me adelantó, porque me regaló una caja bien bonita con la llave de su loft adentro. Di las gracias internamente que no fuera un anillo de esos pobres que intentan parecer caros, porque ni loca lo hubiera usado.
No quise pasar la noche con él porque, en medio de la velada, recibí una llamada de Juan Carlos, mi abogado, que me tenía novedades. Quedé de ir a su oficina el sábado a primera hora.
- ¿Ubicas a una tal Nanako Soriano? – Fue lo primero que me preguntó.
- Para nada. ¿Quién es?
- Es la señora de Juan Antonio Soriano Camino.
- Si seré bruta. Claro que la conozco, es la china fea.
- ¿Y a Marlene Gatica?
- ¿Me citaste un sábado por la mañana para que adivinara nombres de mujeres?
- Es que estas dos mujeres arruinaron nuestros planes. ¿Estás segura que no ubicas a Marlene Gatica? Es cantante de jazz, una morena, bajita.
- La mapuchita.
- Ellas, por separado y sin ponerse de acuerdo, le contaron a Francisco sobre unas infidelidades tuyas.
- ¿Ahora soy culpable por dos mujeres celosas?
- Los pormenores no los conozco, pero tengo entendido que la tal Nanako le mostró mensajes de textos tuyos a Francisco, por lo visto bastantes comprometedores. Lo de la cantante fue más bien como un rumor, además que ella no es casada con el que supuestamente tu eres infiel.
- Todavía no entiendo, Juan Carlos.
- Es lo siguiente: Francisco no te dará nada. Porque si tú comienzas un juicio de divorcio probando que te fue infiel reteiteradas veces, él hará lo mismo.
- Que lo haga. No tengo nada que ocultar.
- ¿Estás segura? Porque el proceso es bastante vergonzoso: testigos, pruebas.
- Te juro que me indigna Francisco. Él fue quién me dejó en vergüenza la primera vez con la rota teñida, si hasta se la llevó a vivir al departamento. ¿Te acuerdas? Y ahora, con esta promotora pobretona y el embarazo. La ultrajada socialmente soy yo.
- Te entiendo, pero cuando Francisco andaba con, como dices tú, la teñida, te dio la mitad del dinero y tú te compraste una propiedad. Con eso deberías darte por pagada.
- Igual quiero demandarlo, por el daño que me ha hecho. Y que me entregue el departamento como pago. ¿Se puede?
- No te lo recomiendo. Francisco está bastante molesto con estas últimas noticias. Te va a destruir socialmente si lo demandas. De hecho, quiere que desocupes el departamento lo antes posible, pero negocié un mes.
4 comentarios:
jaja pobre hueona
Era de suponer en que va a quedar...patitas en la calle ..obligada a mirar el loft,como su refugio por arto time.
;)
UHhhhh... Se le está poniendo fea la cosa
oooh!! q hará ahora mi querida locaria!
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