lunes, 16 de agosto de 2010

Desiciones.

La semana pasada me quedé en cama. Comencé el domingo, mientras esperaba que llegara Francisco feliz de su "retiro" en las Termas de Chillán. En realidad me vino una gran tristeza desde que salí de la casa de la Lena. Claro, podría haber llamado a Juan Antonio, haberme escapado con él a donde sea, pero no tenía ganas. No quiero ser su consuelo mientras la china fea lo espera en la casa.




Es que no lo entiendo: soy una mujer regia, educada, pero con mala suerte en el amor. Bueno, mi primer matrimonio fue culpa de mis papás, obvio: tuve que hacer lo que ellos querían, estudiar y casarme con alguien de nuestro círculo. Si tan sólo no hubiera conocido a Juan Antonio en esa época, quizás mi historia sería distinta. Y si me casé con Francisco fue culpa de él, porque se fue en estos eternos viajes a China o Japón y me dejó sola. Y yo no puedo estar sola, Juan Antonio lo sabe. Y claro, cuando pudimos estar juntos sin problemas, él va y se casa con la china fea.




Y ahora conozco a Javier y me doy cuenta que tenemos muchas, muchísimas cosas en común. Con la diferencia que él es un espíritu libre y yo sigo atada a lo que me enseñaron. Y a pesar de la mapuchita y de Francisco, estoy segura que él siente algo por mí.




Hasta el miércoles estuve en cama. Mandé a la nany que me arrendara un montón de películas románticas (que me encantan) y le dije a Francisco que durmiera en la habitación de huespedes. Se anduvo extrañando un poco, y cuando me preguntó qué me pasaba, aproveché de decirle que la tienda me tenía estresada, que yo jamás había trabajado y que ahora me lo imponía, que por eso me sentía mal, que era su esclava. Lo ignoré todo el tiempo, y el jueves me dijo que había hablado con James y que no había necesidad que yo volviera a trabajar. Sumado al cargo de conciencia por andar con la promotora rota esa, me pidió disculpas por obligarme a trabajar y me pasó la tarjeta para que me fuera de compras o a la peluquería.




Pasé todo el jueves y parte del viernes en un spa, tomando ciertas decisiones. Primero, le voy a cobrar esta a Francisco. Tal como me dijo la Alison en la prehistoria de nuestra amistad, mi marido vale plata, y por eso no me conviene dejarlo. Haré la vista gorda con respecto a la promotora rota pobretona, pero tendrá que volver a ser el de antes conmigo. Comenzaré con la temporada primavera verano por internet, para tener ropa que acá ni se ha visto.



Segundo, será la última vez que me deprimo por tonteras. Tercero: si Juan Antonio me manda otro mensaje para buscarme, se lo reenviaré a la china fea. Sin asco.



Y cuarto, voy a tener a Javier sólo para mí. Mapuchita, prepárate.

3 comentarios:

El autor dijo...

ahh mierrrrr!!!

Sam Mezylv dijo...

Hola !!
Pasé a saludarte y avisarte que tienes premio. Lo encontrarás aquí.

http://lavidasimlemente.blogspot.com/2010/08/premio-premio.html

Besos y feliz fin de semana

Insisto... dijo...

Shutta! estamos de lo menos recatada...como dice una amiga:
hacerme mierda! :D